[English translation below]
En el marco del programa Latin American Cultural Exchange Fellowship Colombia, Sofia Colmenares del Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) lideró una serie de entrevistas a productores de cacao, productores de chocolate, chefs chocolateros, e investigadores, entre otros actores que participan o colaboran con la industria colombiana del cacao y el chocolate. En conjunto proporcionan una imagen inclusiva de la industria del cacao en Colombia; lo que conllevo a dar visibilidad a personas que no han sido consideradas en la narrativa, enfatizar la importancia de reconocer la calidad del cacao colombiano y revalorar la relación entre el cacao con la historia, el patrimonio y la cultura de Colombia. Las entrevistas han sido transcritas con el objetivo de compartir los aspectos más relevantes con los lectores de este blog.
Conoce aquí a Gustavo Adolfo Mindineros Belalcázar (Cortepaz)
Primera memoria del cacao: Participando en la cosecha en la finca con la familia desde la niñez
Primera memoria del chocolate: En la finca. Su madre secaba y tostaba granos de cacao para producir bolas de chocolate con panela. Recuerda con detalle la dificultad del proceso, ayudando a su madre a moler el cacao a mano. Dice que ella preparaba para cada uno de los hermanos una bolita especial como reconocimiento, y él disfrutaba de ese chocolate especial una vez terminada la molienda.
Gustavo Mindineros es un cacaotero tradicional oriundo de la zona rural de Tumaco. A sus ocho años ayudaba a su padre cargando aproximadamente 800 árboles de cacao para sembrarlos en su finca. Desde los 13 años toma las riendas de dicha finca familiar, trás su padre caer enfermo. En 1999 la Fundación Tierra Nueva, Vida Nueva le permitió iniciar sus estudios de administración en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Después de sus estudios, regresó a Tumaco para conformar la Corporación Técnica para el Desarrollo del Pacífico - Cortepaz - un grupo de apoyo técnico de productores para optimizar los procesos en varios cultivos. Hoy día se desempeña como director administrativo y comercial de Cortepaz, y continúa manteniendo su finca de cacao.
Cortepaz nace como un proceso asociativo en el Consejo Comunitario Rescate de las Varas del municipio de Tumaco, un territorio colectivo de comunidades afrocolombianas. Alrededor de 200 familias, propietarias de 2 a 2.5 hectáreas de cacao cada una, se vinculan al proceso asociativo. Cortepaz adquiere un enfoque empresarial para impulsar la transformación del territorio, resolviendo problemáticas coyunturales que limitan la generación de ingresos de las familias. En el 2011, al Mindineros participar en el Consejo Regional Cacaotero, se inspira en posicionar la producción de cacao de Tumaco en los ámbitos nacional e internacional como motor de desarrollo. Inicia un trabajo conjunto con Cacao de Colombia/Cacao Hunters, recibiendo asesorías respecto en fermentación y secado, e identificando cacaos de sustantiva calidad. A través de su alianza con Cacao de Colombia, Cortepaz impulsa procesos que buscan demostrar al comprador la calidad de su cacao. Mindineros se enorgullece de haber logrado reconocimiento de dichos mercados, diversificando un sector que ha sido dominado tradicionalmente por mercados convencionales.
Un importante hito de vida para Mindineros es trabajar con Cacao Hunters, emprendimiento que transforma su cacao en chocolate. Tras poco menos de una década de trabajar juntos, en 2018, la barra de chocolate Cacao Hunters Tumaco 53% fue galardonada como la mejor barra de chocolate con leche en América y Asia por los International Chocolate Awards.
Gustavo Mindineros desea agradecer y destacar la labor de:
Cacao de Colombia/Cacao Hunters
A continuación resaltamos las respuestas de Gustavo Mindineros a algunas de las preguntas presentadas en la entrevista. Sus respuestas han sido ligeramente editadas por la autora por motivos de claridad.
Sofia Colmenares: Si fuera presidente de Fedecacao por un día, ¿qué haría igual o distinto a al dirigir la organización?
Gustavo Mindineros: Una de las cosas que podría hacer en algún momento dado es fortalecer el relacionamiento con los procesos asociativos, con las asociaciones de productores y visualizarlas como actores con las cuales se pueda llegar más directo y más rápido al productor. Dos, consolidar estrategias de fortalecimiento del sector cacaotero. Y tres poder, a través de estos procesos asociativos, disminuir toda esa intermediación que muchas veces se genera y que visibilizan a los productores única y exclusivamente como los beneficiarios, siendo ellos también actores activos dentro de los procesos asociativos. (…) desde hace mucho rato vengo también tratando de que Fedecacao empiece a mirar esos procesos asociativos como una oportunidad para el fortalecimiento del sector cacaotero y como una estrategia de poder llegar y atender de manera directa y rápida a los productores.
SC: ¿A usted qué es lo que más le enorgullece como productor de cacao colombiano?
GM: Respetando el reconocimiento del cacao colombiano, creo que me enorgullezco más de ser un productor de cacao tumaqueño. Desagrego un poco porque creo que el productor de cacao de Tumaco no está en el promedio de productor de cacao a nivel Colombia, tanto en atención, como en infraestructura productiva. Entonces creo que el trabajo que se ha venido haciendo desde Tumaco, el trabajo que viene realizando el productor de cacao de Tumaco hoy para mí es de mayor orgullo y es lo que me permite mayor compromiso de buscar alternativas y estrategias que permitan continuar fortaleciendo el sector en nuestro territorio.
SC: Antes de terminar quiero saber si hay algo más que le gustaría contar, o discutir. Este espacio es para usted, para decir lo que a usted le salga de corazón.
GM: Son dos orientaciones. Una, todo el tema de innovación social que hoy venimos jalonando. Dos, el enfoque de sostenibilidad. Partiendo del entorno que yo llamo en este momento la Colombia profunda, porque es esa Colombia en donde las políticas tanto estatales, como sectoriales, son las que llegan ya sin fuerza como una onda de la ola del mar cuando llega a la playa. En Cortepaz esperamos en un par de semanas estar montando la planta de energía solar por qué el sistema de interconexión, la calidad de energía que tenemos nosotros acá en el territorio es de muy mala calidad, y eso nos ha afectado en el proceso de obtener cacaos de calidad porque se han visto comprometidos, contaminados y afectados por hongos. Eso nos dio como pie para desde hace tres años emprender una gestión para poder consolidar una planta de energía solar. Esperamos que esa planta en el mes de Agosto entre en funcionamiento y nuestra organización y nuestra central de beneficios se convierta, entre las pocas a nivel internacional que pueda empezar a utilizar energía renovable en su proceso productivo, lo que nos gustaría empezar a visibilizar. Y segundo, respecto al tema del reconocimiento y la visibilización del cacao como tal, nosotros no estamos de acuerdo que llamen al cacao como el producto de la paz. Porque cuando uno empieza a vender la paz es porque está viviendo en guerra y el cacao para nosotros no ha sido guerra. Nuestros territorios antes eran territorios pacíficos, sí, pero el abandono estatal ha generado que esos territorios hayan cambiado esas connotaciones y estén viviendo la guerra. Entonces para Cortepaz el cacao es un producto de vida, es un producto de felicidad, de alegría, de tradición y así es como queremos venderlo. No como el producto de la paz, porque realmente creemos que tenemos un potencial fuerte en calidad del grano para poder competir en los mercados internacionales y preferimos que se posicione nuestro cacao por eso. Porque es un producto apetecido, porque es un producto de calidad, porque es un producto que brinda esa alegría, que transforma esas caras en sonrisas de los consumidores, más que ser un producto que inspire lástima por el tema de sacar territorios de guerra. Yo creo que para nosotros es muy importante que se siga fortaleciendo y visibilizando el cacao como un producto que ha estado siempre en nuestras vidas, en nuestros territorios y que genera felicidad y también hoy lo que queremos es que genere rentabilidad también para nuestras familias.
Para consultar la transcripción de esta entrevista en español, haga click aquí. El Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) y Sofia Colmenares (LACE 2021-2022) agradecen la participación de Gustavo Adolfo Mindineros Belalcázar por su invaluable contribución a este proyecto de investigación.
Within the scope of the Latin American Cultural Exchange Fellowship Colombia, the Fine Cacao and Chocolate Institute’s (FCCI) Sofia Colmenares spearheaded a series of interviews with cacao producers, chocolate makers, chocolatiers, and researchers, amongst other stakeholders, that participate in or collaborate with the Colombian cacao and chocolate industry. As a whole, they provide a detailed review of the cacao industry in Colombia; this was achieved by providing visibility to people generally dismissed in popular narrative, emphasizing the importance of recognizing the potential quality of Colombian cacao, and reevaluating the relationship of cacao with Colombian history, heritage, and culture. Interviews have been transcribed with the objective of sharing the most relevant information with the readers of this blog.
Meet Gustavo Adolfo Mindineros Belalcázar (Cortepaz)
First memory of cacao: Helping with harvest in the family farm since his childhood.
First memory of chocolate: At the farm. His mother dried and roasted cacao beans to make chocolate balls with panela. He remembers the difficulty of the process in great detail, helping his mother grind the cacao by hand. He says she prepared for all of the brothers a little ball as an acknowledgment, and he would enjoy the special chocolate once grinding was finished.
Gustavo Mindineros is a heritage cacao producer native to the rural area of Tumaco. When he was eight years old he helped his father carry approximately 800 cacao trees to plant them on their farm. Starting at 13 years old he took charge of the family farm after his father fell sick. In 1999 Fundación Tierra Nueva, Vida Nueva allowed him to start his business management studies at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia. After completing his studies, he returned to Tumaco to constitute the Corporación Técnica para el Desarrollo del Pacífico, or Technical Corporation for the Development of the Pacific, -Cortepaz- a technical assistance group of producers, to optimize the operations in various cacao farms. Nowadays he works in the role of administrative and commercial manager of Cortepaz, and continues maintaining his own cacao farm.
Cortepaz began as an association at the Consejo Comunitario Rescate de las Varas in the municipality of Tumaco, a collective territory of Afro-Colombian communities. Around 200 families, owning 2 to 2.5 hectares of cacao each, are linked with the association. Cortepaz employs a business focus to push forth the transformation of the territory, resolving conjunctural problems which limit income generation in the families. In 2011, while Mindineros participated in the Consejo Regional Cacaotero, he was inspired to promote Tumaco’s cacao production in national and international settings as a development strategy. Joint work alongside Cacao de Colombia/Cacao Hunters began, with the community receiving technical support in fermentation and drying and identifying high quality cacaos. Through the partnership with Cacao de Colombia, Cortepaz pushes forward processes that aim to demonstrate the quality of their cacao to the buyer. Mindineros is proud of having accomplished recognition in new markets, diversifying a sector that is traditionally dominated by conventional markets.
An important milestone in the life of Mindineros has been to work with Cacao Hunters, a venture that transforms his cacao to chocolate. After less than a decade of working together, in 2018, the chocolate bar Cacao Hunters Tumaco 53% was recognized as the best milk chocolate bar in the Americas and Asia by the International Chocolate Awards.
Gustavo Mindineros hopes to give special recognition to and highlight the work of:
Cacao de Colombia/ Cacao Hunters
We have selected fragments of our conversation with Gustavo Mindineros to highlight them below. Some answers have been modified slightly, with authorization of the interviewee, for clarity and written comprehension.
Sofia Colmenares: If you were president of Fedecacao for a day, what would you do the same or differently in leading the organization?
Gustavo Mindineros: One of the things I could do at some point is to strengthen the relationship with producer associations and to visualize them as actors through which it is possible to reach the producer faster and in a more direct manner. Second, to consolidate strategies to strengthen the cacao sector. And third, through producer associations, to eliminate the intermediation that is commonplace now so that producers are introduced as the only beneficiaries, as part of their active involvement in producer associations. (...) for a long time I have been trying for Fedecacao to start thinking of producer associations as an opportunity to strengthen the cacao sector and as an outreach strategy to connect quickly and directly with producers.
SC: What are you most proud of as a Colombian cacao producer?
GM: With respect toward the acknowledgement of Colombian cacao, I think I feel most proud of being a tumaqueño cacao producer. I separate the two because I believe that the cacao producer from Tumaco does not fit the average of a cacao producer at the level of Colombia, both in technical assistance, and infrastructure. So I believe that the work that has been done in Tumaco, the work that the cacao produce is doing in Tumaco today is a greater source of pride for me, and it is what allows me the greater commitment of looking for alternatives and strategies to continue strengthening the sector within our territory.
SC: Before we finish I’d like to know if there is anything else you’d like to share or discuss. This space is for you to say anything that comes from your heart.
GM: There are two things. First, the topic of social innovation we have been pushing forward. Second, the focus on sustainability. In an environment which I now call the Colombia profunda, because it is the Colombia where the policias, both federal and local, arrive without force, like a wave crashing ashore. In Cortepaz, we are expecting in the coming weeks to install a solar energy system because the connection system, the quality of the electricity we have here is very low, and this has affected us in the process of obtaining high quality cacaos, because they have been put at risk of contamination and affected by molds. That gave us the motivation starting three years ago to pursue the steps needed to secure a solar energy system. We hope that it will start working in August (2021) and for our beneficiary center to become one of the few to internationally employ renewable energy in its production processes, which we would like to bring attention to. And second, with respect to the topic of uplifting and highlighting of cacao, we do not agree with its qualification as the product of peace. Because when one starts selling peace, it is because one has been living in war and cacao for us has not been war. In the past our lands were peaceful, yes, but the gubernamental abandonment has caused these lands to change their connotations and to be living in war. So for Cortepaz, cacao is a product filled with life, a product of happiness, of cultural heritage, and that is how we wish to sell it. Not as a product of peace, because we sincerely believe we have a strong potential in bean quality to compete in international markets and we prefer to position our cacao on that basis. Because it is a product in demand, because it is a high quality product, because it is a product that brings happiness, that transforms consumers' faces into smiles, it is more than a product to inspire pity over pulling lands out of war. I think for us it is very important that cacao continues to be strengthened and uplifted as a product that has always been in our lives, in our lands, and that it generates happiness and today we hope for it to also secure livelihood for our families.
To read the full transcript of this interview in Spanish, click here. The Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) and Sofia Colmenares (LACE 2021-2022) are grateful for Gustavo Adolfo Mindineros Belalcázar’s participation and invaluable contributions to this research project.
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