[English translation below]
En el marco del programa Latin American Cultural Exchange Fellowship Colombia, Sofia Colmenares del Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) lideró una serie de entrevistas a productores de cacao, productores de chocolate, chefs chocolateros, e investigadores, entre otros actores que participan o colaboran con la industria colombiana del cacao y el chocolate. En conjunto proporcionan una imagen inclusiva de la industria del cacao en Colombia; lo que conllevo a dar visibilidad a personas que no han sido consideradas en la narrativa, enfatizar la importancia de reconocer la calidad del cacao colombiano y revalorar la relación entre el cacao con la historia, el patrimonio y la cultura de Colombia. Las entrevistas han sido transcritas con el objetivo de compartir los aspectos más relevantes con los lectores de este blog.
Conoce aquí a Carmen Ilse Loango (Chocomueic)
Primera memoria del cacao: En 2018, con productores en la zona de Guapi.
Primera memoria del chocolate: Luker, Corona, Milo o el Chocolisto, productos populares en los hogares colombianos, cotidianos para los desayunos.
En el 2014, el Ministerio de Agricultura comienza en el municipio de Guapi, Cauca la implementación del Programa de Comunidades Negras (PCN) buscando sembrar 500 hectáreas de árboles de cacao en conjunción con cinco consejos comunitarios. El programa incorporó a cien hogares beneficiarios, sembrando 100 hectáreas de cacao; un veinte por ciento de lo inicialmente pactado. Al fin del periodo legal del proyecto, sin resultados tangibles y árboles sin futuro cosechable, los esfuerzos fueron abandonados. En 2018, Carmen Ilse Loango establece una representación de Chocomueic (Chocolate por Mujeres Emprendedoras con Identidad Cultural) en Guapi. Su objetivo era acercarse a los productores de cacao. Recorriendo trayectos suntuosos - en lancha y caminata - logra reconocer a 15 familias núcleo. Desde entonces, Chocomueic compra y promueve el cacao local. En sinergia con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), se han facilitado capacitaciones para productores en temas como: procesos de cosecha, fermentación y secado.
Por medio del programa Emprende Rural del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA SER), Loango se forma en chocolatería artesanal. Esto le ha venido de utilidad, ya que Chocomueic ha apostado por la producción de dicho chocolate. Su iniciativa permite generar ingresos para mujeres y jóvenes Afrocolombianas e indígenas. Loango, oriunda del Pacifico Colombiano, está orgullosa de liderar un proyecto de desarrollo y visualización de su región.
Carmen Ilse Loango desea agradecer y destacar la labor de: :
Cristian Trochez, el instructor estrella de Chocomueic
David Astaiza, por su colaboración en el diseño del empaque Chocomueic
Yoliman Beltrán, por compartir su conocimiento y servir de consejero
A continuación, seleccionamos fragmentos de la conversación con Carmen Ilse Loango para resaltar detalles previamente relatados. Algunas respuestas han sido ligeramente editadas, con autorización de la entrevistada, por motivos de claridad y comprensión escrita.
Sofia Colmenares: Y hablando un poco de las personas que hacen parte de Chocomueic, ¿podría contarme un poco más de las mujeres que están trabajando con usted en este proyecto?
Carmen Ilse Loango: Claro que sí, es nuestro mayor potencial. Es un equipo que está integrado por 10 personas, 9 mujeres y 1 joven. Hay una variedad de mujeres que llevan en su esencia la cocina y los sabores ancestrales como base para sus vidas, ellas integran Chocomueic, ellas son las que le ponen el toque secreto a los productos, las que llevan la receta, las que esparcen esa felicidad por donde transitan. Son esas mujeres del territorio que a través de lo que hacemos han crecido, y se han fortalecido y empoderado a través de diferentes formaciones. Hemos tenido unos aliados estratégicos fundamentales para nosotras crecer, tenemos el SENA, Fedecacao, Manos Visibles, Kumé, que se han sumado a apoyar esta iniciativa. Este grupo de mujeres (...) pueden empoderar y fortalecer estos conocimientos ancestrales a través de capacitaciones y formaciones como las que estas organizaciones brindan. (...) Son mujeres resilientes, (...) cabezas de familia, víctimas del conflicto armado y jóvenes. Jóvenes soñadores que quieren ver un territorio diferente, lleno de oportunidades que se hagan a través de lo propio (...). Nosotros queremos mostrarle al territorio, mostrarle a Guapi que con el cacao si podemos generar oportunidades, si podemos mejorar nuestras condiciones y calidad de vida.
SC: ¿Cómo hicieron para seleccionar el cacao? ¿Cómo logran construir esas relaciones de confianza con los productores para que decidan trabajar con Chocomueic?
CL: Ha sido difícil desde el comienzo. Pero cuando nosotros vamos y les decimos “Todo lo que produzcan acá en sus fincas, Chocomueic se los compra. Ustedes tienen la plata en el monte perdiéndose”, entonces ellos empiezan a convencerse de que es un proceso viable. Hay que aclararle a los productores que esto no es un proyecto del gobierno. (...) desde allí inicia esa confianza de los productores con Chocomueic, desde que nos abren sus puertas y nos dicen, “sí, este es un proceso que tiene futuro”. Entonces empezamos a darles las indicaciones de cómo seleccionarlo, de cómo hacer la fermentación mientras hacemos los cajones, mientras adecuamos las mallas para secarlo. Entonces con estas indicaciones ya luego nosotros (...) vamos a comprar al precio que esté a nivel nacional. Si está en 7500 a ese precio, a lo que este (...). Cuando ellos lo llevan nosotros lo miramos, el olor, el color del fruto, para cumplir la directriz que se tenga.
SC: Los productores de cacao de Chocomueic ¿Son familias productoras, son productores mayores, son jóvenes?
CL: Son productores mayores. Le cuento que de los retos qué tiene Chocomueic, es eso. Porque cuando estos productores ya motivados, (...) logren enamorar también a sus familias. Decir que es viable, que lo que usted trae allí de plata si es favorable. Que logren convencer a sus núcleos familiares y contribuir a que este producto crezca día a día más y más. (...) Lo hemos logrado porque son adultos, entonces siempre para sacar, para desengranar van a necesitar la ayuda del nieto, la ayuda del hijo. Y si ellos no creen en que es viable, entonces no lo van a hacer luego. Cuando nosotros vamos a hacer las visitas siempre hay un poco de temor, hay un poco de temor porque este es cultivo de cacao lícito y acá está el cultivo ilícito, entonces ellos sienten que nosotros vamos como a juzgarlos. Nosotros les decimos que no, lo que queremos lograr es crecer con el cacao y que ellos ya luego no sientan la necesidad de continuar con lo que les puede quitar la tranquilidad. Hemos llegado a lugares donde nos dicen “yo ya le dije a mi papá que cortará todos esos árboles y los echara al agua”. Claro, el cacao después de que se siembra, para dar su primer fruto son 3 años. Contrario al producto ilícito que da en 3 meses, entonces ellos colocan eso en la balanza. Pero yo les digo, sin meterme pues en esos tipos de cosas, yo simplemente les digo que la tranquilidad sobre todo y eso es lo que nuestros mayores colocan también por alto. Por eso son los adultos los que conservan, porque ellos creen en su labor artesanal, ellos creen en pancoger.
Apéndice: La comunidad de Carmen Ilse Loango ha sido negativamente impactada luego del momento en que esta entrevista fue grabada. Con el interés de reflejar la realidad a la que actualmente se enfrenta, con desplazamientos, muertes y balaceras en su comunidad, compartimos sus palabras a continuación.
Mi alma llora.
No es fácil aceptar lo que nos está ocurriendo.
Me niego a entender que seamos los que paguemos las culpas de quienes no
construyen ni aportan a nuestro crecimiento y al desarrollo del territorio, dónde cada día,
jóvenes cómo yo se levantan con la esperanza de quedarse y aportar. ¿Cómo decirle a
los jóvenes ahora en medio de todo NO TE VAYAS de Guapi? si en Guapi nos están
arrebatando los sueños y la vida.
Cómo entender que cuando estábamos recuperando la esperanza por volver al campo
desde lo lícito con miras a que los frutos de pan coger, y otros cómo el cacao pudieran
ser un mecanismo de adquisición de recursos para el mejoramiento de la calidad y
condiciones de vida de las familias rurales del municipio de Guapi?
Y se nos vuelve un reto ser resilientes ante una violencia que arrebata sueños, ante
unos actos que destruyen lo que con mucho esfuerzo se ha construido.
Cómo se siente Don Francisco
Cómo se sentirá Don Benito
Cómo se siente Dionisio
Cómo se siente Don Solón.
Y muchos nombres faltan por mencionar, el camino no ha sido fácil, pero resistir en
medio de todo me deja sin palabras para alentar a otros.
Si no hay vida, no hay sueños, no hay nada. Y esto me llena de mucha nostalgia.
Subir y bajar el río, recorriendo los 5 consejos comunitarios en busca de
Tener la esperanza en medio de todo se vuelve un reto
¿Cómo seguirlo haciendo, si en medio de todo hay un riesgo inminente a quizás no
regresar a casa?
Por Ilse Loango
Para consultar la transcripción de esta entrevista en español, haga click aquí. El Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) y Sofia Colmenares (LACE 2021-2022) agradecen la participación de Carmen Ilse Loango por su invaluable contribución a este proyecto de investigación.
Within the scope of the Latin American Cultural Exchange Fellowship Colombia, the Fine Cacao and Chocolate Institute’s (FCCI) Sofia Colmenares spearheaded a series of interviews with cacao producers, chocolate makers, chocolatiers, and researchers, amongst other stakeholders, that participate in or collaborate with the Colombian cacao and chocolate industry. As a whole, they provide a detailed review of the cacao industry in Colombia; this was achieved by providing visibility to people generally dismissed in popular narrative, emphasizing the importance of recognizing the potential quality of Colombian cacao, and reevaluating the relationship of cacao with Colombian history, heritage, and culture. Interviews have been transcribed with the objective of sharing the most relevant information with the readers of this blog.
Meet Carmen Ilse Loango (Chocomueic)
First memory of cacao: In 2018, with producers in the area of Guapi.
First memory of chocolate: Luker, Corona, Milo or the Chocolisto, popular products in Colombian households, typically consumed at breakfast time.
In 2014, the Ministry of Agriculture began the implementation of the Black Communities Program (Programa de Comunidades Negras, PCN) in the municipality of Guapi, Cauca, seeking to plant 500 hectares of cacao trees along five community councils, the local territorial divisions. The program included one hundred beneficiaries planting 100 hectares of cacao; twenty percent of the initial agreement. At the end of the projects’ legal period, with no tangible results and trees not ready for harvest, their efforts were abandoned. In 2018, Carmen Ilse Loango established a representation of Chocomueic (Chocolate by Entrepreneurial Women with Cultural Identity/ Chocolate por Mujeres Emprendedoras con Identidad Cultural) in Guapi. Her goal was to work closely with the cacao producers. Embarking on journeys by boat and by foot she was able to identify 15 family groups interested in collaboration. Since then, Chocomueic has purchased and promoted local cacao. Together with the National Learning Service (SENA), they have facilitated workshops for producers on topics related to: harvesting processes, fermentation, and drying.
Through the program Rural Entrepreneurship from the National Learning Service (SENA SER), Loango has trained in artisanal chocolate production. This has been useful, since Chocomueic has pursued the production chocolate. Her initiative allows income generation for Afro-Colombian and indigenous women. Loango, hailing from the Colombian Pacific coast, is proud to lead a project for the development and promotion of her region.
Carmen Ilse Loango hopes to give special recognition and to highlight the work of:
Cristian Trochez, Chocomueic’s star teacher
David Astaiza, for his collaboration designing Chocomueic’s packaging
Yoliman Beltrán, for sharing his knowledge and serving as an advisor
We have selected fragments of our conversation with Carmen Ilse Loango to highlight them below. Some answers have been modified slightly, with authorization of the interviewee, for clarity and written comprehension.
Sofia Colmenares: And with regards to the people who work with Chocomueic, could you tell me more about the women who work with you in this project?
Carmen Ilse Loango: Of course, they are our biggest potential. It is a team that is composed of 10 people, 9 women and 1 youth. There is a variety of women that carry cooking and ancestral flavors in their essence, as the basis for their lives, they make up Chocomueic, thay are the ones who give the secret touch to the products, the ones who carry the recipe, the ones who spread this happiness wherever they go. They are local women who have grown, they have been strengthened and empowered through our work with different training. We have formed strategic alliances which have been essential for our growth, including SENA, Fedecacao, Manos Visibles, Kumé, who have worked to support this initiative. This group of women (...) can empower and strengthen their ancestral knowledge through workshops and training opportunities like those provided by these organizations. (...) They are resilient women, (...) heads of their household, victims of the armed conflict and they are young. Young dreamers that want to see change in their territory, fill it with opportunities that come from within (...). We want to show the territory, to show Guapi, that with cacao we can generate opportunities, we can improve our livelihood and our quality of life.
SC: How did you select the cacao? How did you manage to build trust with the producers and convince them to work with Chocomueic?
CL: It has been hard since the start. But when we go and tell them “Everything you produce in your farms, Chocomueic will purchase. You have the money in the mountain going down the drain”, then they become convinced that it’s a viable process. We have to tell the producers this is not a governmental initiative. (...) The producers' trust in Chocomueic starts there, when they open their doors and tell us “Yes, this process has a future”. So then we start telling them how to select it, how to ferment it while we build their boxes, while we fix the drying racks. And with these conditions we (...) will then purchase at the national price. If it’s at 7500, then at that price, whatever it is (...). When they bring it to us, we look at it, the smell, the color, to make sure it fulfills our standards.
SC: Chocomueic’s producers, are they family groups, elderly producers or younger generations?
CL: They are elderly producers. I’ll tell you that is one of Chocomueic’s challenges. Because when these producers are already motivated, (...) they manage to engage their family as well. To say that it is viable, that the money they are receiving is favorable. To manage to convince their family groups and contribute to this product growing more and more day after day. (...) We have managed it because they are adults, so for working they will always need the help of their grandkids, of their kids. And if they don’t believe that it is viable, they won’t keep on doing it. When we arrange visits there is always a bit of fear, some fear because here is the legal cacao grove and the illicit crops are alongside it, so they feel that we are coming to judge them. We tell them this is not the case, what we want is to grow with the cacao so later on they don’t feel the need to continue doing something that might cause them concern. We have arrived at places where we have been told “I already told my dad to cut off those cacao trees and throw them down the river.” Of course, after planting the cacao, it takes three years before the first harvest. In comparison with the illicit product that yields in 3 months… So they place this in their balance. But I tell them, without getting involved in their matters, I simply tell them peace of mind is above all and that is also something our elders value. That’s why they are the ones that persevere, because they believe in their artisanal work, they believe in pancoger, in growing their own subsistence crops for the family’s subsistence.
Addendum: Carmen Ilse Loango’s community has been negatively impacted since the time the interview was recorded. As a reflection of the reality they are currently faced with following displacements, shootings, and deaths in the community, her words are included below.
My soul is crying.
It is not easy to accept what is happening to us.
I refuse to understand that it is us who pay the faults of those who don’t build and don’t
contribute to our growth and to the development of our territory. How to tell the youth
now, in the midst of everything, DO NOT LEAVE Guapi? If in Guapi they are stealing our
dreams and our lives.
How do we understand that, when we were recovering the illusion to return to the rural
areas in legality, with our sights set on the fruits of pancoger, and others like cacao
which could act as an acquisition mechanism to improve the quality and life conditions of
rural families in the municipality of Guapi?
And it becomes a challenge to be resilient when faced with violence that steals dreams,
with acts that destroy what has been built with great effort.
How does Don Francisco feel
How will Don Benito feel
How does Dionisio feel
How does Don Solón feel
Many names are missing from those mentioned, the road has not been easy, but ]
resisting in the midst of everything leaves me speechless to encourage others.
If there is no life, there are no dreams, there is nothing. And this fills me with a lot of
nostalgia.
Traveling up and down the river, along the five community councils in search of hope in
the midst of everything is a challenge in itself.
How to continue doing it, if right now there is an imminent risk of perhaps not returning
home?
By Ilse Loango
To read the full transcript of this interview in Spanish, click here. The Fine Cacao and Chocolate Institute (FCCI) and Sofia Colmenares (LACE 2021-2022) are grateful for Carmen Ilse Loango’s participation and invaluable contributions to this research project.
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